Soldadura Aluminio térmica
La
soldadura aluminotérmica es uno de los procedimiento de
soldadura utilizado en carriles de
vías férreas. Se basa en el proceso, fuertemente exotérmico, de reducción del
óxido de hierro por el
aluminio, según la fórmula
- Fe2O3 + 2Al = Al2O3 + 2Fe + calor
Desarrollada en
1902, esta soldadura se realiza mediante un molde refractario colocado en los extremos de los carriles a unir, dentro del cual se vierte el hierro fundido producto de la reacción, la cual inicia la reacción.
El óxido de hierro y el aluminio, finamente molidos, provienen de la porción de soldadura, la cual se dispone dentro de un crisol situado encima de los carriles a soldar. Una vez al

canzada la temperatura adecuada, del orden de los 2000
°C, se produce el destape del crisol mediante un fusible situado en la base, y el colado del metal fundido, que llena el molde.
Una vez iniciada la reacción el proceso es muy rápido y el material fundido fluye dentro del molde de manera estudiada, quedando el acero entre los extremos a soldar y vertiendo la escoria de
corindón en una cubeta.
Existen diversos tipos de soldadura, atendiendo a la composición del acero de los carriles y a la geometría de estos, aunque generalmente se utilizan soldaduras que requieren del calentamiento previo de los extremos a soldar y del molde donde se verterá el metal fundido. El calentamiento se realiza mediante mezcla de
oxígeno y
propano, o mezcla de oxígeno y
gasolina. Es frecuente el uso de un soplete para calentar los extremos de los carriles (rieles).
Luego del vertido se espera un lapso especificado por el fabricante de la porción de soldadura y se procede a romper el molde y cortar las rebabas, mediante trancha o cortamazarota, para luego realizar el pulido de la superficie de rodadura del carril con piedra de amolar.
Cuando se sitúan los moldes para la soldadura los huecos se rellenan con una pasta selladora, diseñada especialmente para soportar la temperatura, y así evitar fugas.
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